La realidad supera los prejuicios. Mientras la guerra de la cocaína sigue dejando víctimas y violencia en los territorios, a la vista de todos se abre paso en Colombia uno de los grandes negocios del siglo XXI: la industria del cannabis. Por las realidades del conflicto, la marihuana todavía se refiere como droga. Aunque la ley admite la siembra y comercialización de cannabis con fines medicinales, sigue en la línea de la restricción al uso recreativo. En una vasta región de la cordillera central, crece a sus anchas la economía del cannabis. Hoy constituye el sustento de muchas familias del norte del Cauca. La legalización de la marihuana medicinal los dejó fuera del negocio, pero esperan que la regulación para uso adulto les permita participar.