El presidente guatemalteco Otto Pérez Molina no se considera un revolucionario por trasladar el debate de la legalización de las drogas a la Asamblea General de Naciones Unidas. Simplemente asegura que ya es hora de empezar a hablar de regularización de sustancias como la cocaína o la heroína en los grandes foros internacionales. El mandatario dijo a The Associated Press que llegó el momento de replantear una lucha de 40 años contra el tráfico ilegal de drogas que no da resultados efectivos y encima ha visto aumentar el consumo.