La relación entre la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) con Uruguay no tiene buenos antecedentes. El organismo, que depende de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se encarga de controlar los tratados sobre drogas, y la ley de regulación de la marihuana empezó a generar malestar entre los altos mandos cuando todavía era un proyecto de ley. Sin embargo, el nuevo presidente de la JIFE, Werner Sipp, es mucho más permeable que el anterior presidente.