Mucho debate han ocasionado las declaraciones hechas esta semana por el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, quien le solicitó al Gobierno colombiano reiniciar la aspersión aérea, como medida inmediata para ponerle freno al aumento considerable de cultivos ilícitos. Sobre todo porque según cifras de la Casa Blanca actualmente en Colombia hay cerca de 188 mil hectáreas cultivadas que pueden producir 710 toneladas métricas de cocaína. Camilo González, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), quien aseguró que las formas de erradicación de cultivos (aérea o manual) han fracasado en el país y que en la lucha contra el narcotráfico el Gobierno debe combatir a los grandes beneficiarios del negocio y no al “eslabón más débil de la cadena”: los campesinos.