Los fiscales federales Eduardo Villalba, de Salta, y Federico Zurueta, de Jujuy, autorizaron la entrega de hojas de coca secuestradas en ambas provincias. La decisión se tomó en respuesta a pedidos de los gobiernos de Salta y de Jujuy, ante la escasez de hojas, por el cierre de fronteras debido a la pandemia del coronavirus

"Este Ministerio Público considera que los pedidos efectuados por el Gobierno de la provincia de Jujuy y el Gobierno de la provincia de Salta, resultan atendibles, pues de lo contrario, el desabastecimiento de hojas de coca causado por el cierre de fronteras dispuesto por Decreto PEN 459/20 a raíz de la pandemia del COVID-19, traería aparejado una conculcación de prácticas ancestrales de los pueblos originarios que se han extendido a toda la sociedad jujeña y salteña -como lo es en este caso puntual la masticación de hojas de coca- cuya protección se encuentra prevista tanto por la Constitución Nacional (artículo 75 inciso 17) como por la Constitución de Jujuy (artículo 50) y el derecho internacional vigente", afirmaron los fiscales en el dictamen que firmaron junto al titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias

A pesar de que en las provincias del NOA está extendido desde tiempos ancestrales el consumo de sus hojas, sobre todo para el coqueo o masticación y como infusiones medicinales y prácticas religiosas, la planta de coca no se cultiva en Argentina. La coca se introduce desde Bolivia y se vende abiertamente en comercios de Salta y Jujuy. El cierre de las fronteras entre ambos países provocó una escasez del producto y una consecuente subida del precio que la volvió prácticamente inalcanzable para algunos sectores de la sociedad de ambas provincias. Ese fue el basamento del pedido del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el del ministro de Seguridad de Salta, Juan Manuel Pulleiro, para que se distribuyan las hojas secuestradas por fuerzas de seguridad. 

El pedido de liberación de las hojas de coca secuestradas comenzó el 7 de mayo, por el gobernador de Jujuy. Salta se sumó el 18 de mayo, pero fue la provincia vecina la que dio mayor sustento a la solicitud aportando elementos para que los fiscales lo autorizaran. 

En ese tren, el 15 de mayo, acompañó un informe de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud de Jujuy, firmado por el médico psiquiatra Agustín Yécora, quien señaló que “el consumo de hoja de coca es propio del Noroeste Argentino y de gran parte de la región andina, (...) constituye una práctica vigente y relevante en la cultura, tanto por su implicancia en rituales de celebración como por los beneficios que otorga para la supervivencia en condiciones de altura". 

En el pedido del gobierno salteño, Pulleiro informó que las hojas "serán entregadas gratuitamente a los consumidores, mediante un procedimiento que garantice íntegramente la trazabilidad y transparencia de dicho proceso, acompañando un protocolo a tal efecto" y que la autoridad de control y supervisión será la Agencia Antidrogas del Ministerio de Seguridad de la provincia.

El gobierno de Jujuy acompañó un “Protocolo de manejo, sanitización, fraccionamiento y embolsado de la hoja de coca” elaborado con el objeto de “lograr la llegada a Comunidades Indígenas, Cooperativas de Trabajo, Centros Vecinales de la provincia de Jujuy, de un producto sano, natural con todas sus propiedades en el marco de la prevención del COVID-19”.

El Protocolo establece que se registrará el origen de la hoja de coca en una planilla de control; se tomarán los recaudos de higiene y seguridad necesarios tanto en el traslado de la hoja de coca como en su lugar de acopio; habrá encargados de seguridad y control de ingreso y egreso de personas a los establecimientos destinados al almacenamiento y manipulación de las hojas de coca; se verificará la llegada a destino del producto; las hojas de coca se empaquetarán en bolsas de hasta 50 gramos, y se hará un registro de los empaques; se identificará a los destinatarios, "a quienes se hará entrega de una bolsa por semana como máximo por beneficiario, conforme disponibilidad"; la distribución se realizará de manera individual mediante bolsas con la inscripción “distribución gratuita” y “prohibida su venta o comercialización”. 

Situación esquizofrénica 

Los fiscales Zurueta, Villalba e Iglesias reseñaron en su dictamen que se solicitó a la Cámara de Diputados de la Nación que requiera al Poder Ejecutivo Nacional que arbitre los medios necesarios para remediar la situación de desabastecimiento de hojas de coca.

En este contexto, "no escapa a este Ministerio Público en el presente análisis, la esquizofrénica situación que genera la cada vez más arraigada costumbre en las sociedades jujeña y salteña del coqueo, pues por un lado los legisladores norteños lograron con fundamento en la consideraciones precedentes reconocer como lícito el coqueo" en el artículo de la ley 23.737, pero por el otro "no lo es la importación de hojas de coca. Entonces, al no cultivarse éstas en nuestro país, se ha generado un mercado clandestino de importación (contrabando) que induce a otras formas de criminalidad", por lo que las "fuerzas de seguridad y demás agencias estatales llevan adelante la incautación de las hojas que ingresan ilegalmente", destacaron.

Afirmaron que esta situación tiene que ser abordada con "una reglamentación que armonice las tensiones en juego". Recordaron en tal sentido que el senador provincial de Salta Martín Arjona presentó un proyecto para establecer un marco regulatorio para la importación de la hoja de coca, acopio, fraccionamiento y venta para consumo e investigación científica.

Pero, hasta que esto suceda, los fiscales entendieron que la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, en el caso “Coronel”, brindó una orientación al reconocer la ancestral costumbre del coqueo y distinguir los casos de consumo, de la infracción aduanera y el encubrimiento de contrabando. También la Corte Suprema de Justicia de la Nación "en el precedente 'Estrin' del año 1988 (...) descartó la nocividad para la salud del empleo de la hoja de coca en su estado natural".

Teniendo en cuenta estas y otras consideraciones y antecedentes, dispusieron "la entrega gratuita de hojas de coca cuya incautación tuvo por objeto, en cumplimiento de la legislación vigente, evitar que en gran cantidad constituyan materia prima para la elaboración de estupefacientes; razón por la cual esta decisión implica, habiendo evitado aquella posibilidad, destinarla para los fines lícitos que se vienen señalando -coqueo en estado natural-. La solución contraria conduce irremediablemente a ordenar la quema o la destrucción favoreciendo el mercado ilegal".

La decisión es sobre 864 kilogramos de hojas de coca secuestrados en el marco de intervenciones de la Unidad Fiscal Jujuy y las hojas de coca secuestradas en "los legajos de la Unidad Fiscal Salta que se determine, para lo cual se deberá oficiar a la Brigada de Narcotráfico de Humahuaca de la Policía de la provincia y al Escuadrón 21 “La Quiaca” de Gendarmería Nacional, donde se encuentran depositados".

Los fiscales dispusieron que la entrega de las hojas debe hacerse siguiendo un “Protocolo de manejo, sanitización, fraccionamiento y embolsado de la hoja de coca”.