El gobierno distrital se propone iniciar su plan de drogas con adictos al bazuco mediante la utilización de la dosis mínima de marihuana aceptada por las normas. Ese programa se haría en los centros de atención móvil para drogodependientes (Camad).
Esa dosis personal –que hoy es de 20 gramos– no requiere prescripción médica ni autorización legal, por cuanto se ajusta a las normas, según lo planteó la Secretaría de Salud hoy al presentar el programa con el Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudana en un conversatorio sobre el tema.
“Nos acogemos a la dosis personal que es legal”, dijo el director del centro de estudios, Rubén Darío Ramírez.
De esta forma, el Distrito superaría un escollo jurídico, dado que la marihuana es una sustancia ilegal.
Ramírez indicó que se trata de un “autocambio guiado”, regulado, que se complementará con las terapias “afectivas, psicosociales, de integración social y de salud”, que se harán con los usuarios del plan.
Aclaró que no se trata “de un programa de sustitución de bazuco por cannabis, con aumento de dosis de esta última sustancia, sino de modificar patrones de consumo”.
Según expuso Carlos Carvajal, asesor de la Secretaría de Salud, lo que se hará con el “programa terapéutico” es una “modificación en los tiempos de inicio, experimentación, secuencia, cantidad, duración y alternancia de ambas sustancias”. De esta forma, se controlaría y reduciría el abuso del bazuco y los síntomas de la abstinencia como la ansiedad, irritabilidad, entre otros.
El programa iniciaría con 300 adictos al bazuco, que se atenderían en los Camad, hogares de paso de la Secretaría de Integración Social y las unidades de atención del Idipron.
El secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, informó que con 22 profesionales de la salud se comenzará a hacer la identificación de los potenciales usuarios del programa.
Se trabajará con ellos su historia de consumo de las sustancias, la familia y una vez manifiesten su voluntad "de aceptar el cambio en el uso de drogas más fuertes por otras que generen menos daño y riesgo para su salud, se vincularán al programa que tendrá control terapéutico permanente", dijo.
Por otro lado, el reconocido neuropsicofarmacólogo Juan Daniel Gómez –a quien se le atribuye que es uno de los promotores del programa que inicia el Distrito– aclaró que él nunca ha hablado “del uso de la marihuana como terapia sustitutiva”.
Explicó que en su experiencia en el tratamiento de adictos lo que ha advertido es que “la marihuana es útil para tratar algunos síntomas de la abstinencia como la ansiedad, para reducir la disforia cocaínica (embale)”.
REDACCIÓN BOGOTÁ