'EE.UU. ya no es obstáculo para regular el cannabis'

Ethan Nadelmann, director de Drug Policy Alliance, dice que no se justifica seguir retrasando los cambios de la política de drogas en Colombia.

Daniel Salgar Antolínez, Camilo Segura Álvarez
14 de diciembre de 2014 - 02:00 a. m.
 Nadelmann dice que el cambio de percepción sobre la marihuana recreativa tomó una década en Estados Unidos.  / Gustavo Torrijos - El Espectador
Nadelmann dice que el cambio de percepción sobre la marihuana recreativa tomó una década en Estados Unidos. / Gustavo Torrijos - El Espectador

Ethan Nadelmann, director de Drug Policy Alliance, es uno de los expertos más reconocidos en política de drogas a nivel global. Estuvo en Colombia para alimentar el debate sobre la regulación del cannabis medicinal que se abre paso en el Congreso y que será discutido esta semana por el Senado. 

¿Colombia llega demasiado tarde al debate sobre la aprobación de la marihuana medicinal?
No es tarde desde la perspectiva de América Latina. Uruguay está a la vanguardia en la legalización de la marihuana en la región. Sobre el cannabis medicinal hay discusiones en Chile con algunas cepas, y en Costa Rica se trabaja en nuevas políticas, pero Colombia podría ser el primero en aprobar una ley seria de marihuana medicinal. Eso sería muy constructivo. Es el momento, porque tenemos al expresidente Cesar Gaviria y al presidente Juan Manuel Santos impulsando un liderazgo regional y global al cuestionar el prohibicionismo. 

¿Qué significaría para la sociedad colombiana la aprobación de esta ley de la marihuana medicinal?
Dos cosas. Lo primero es que la gente para la cual la marihuana es medicina, debe tener el derecho a obtenerla. Eso es vital. Lo segundo es que la discusión sobre la eventual legalización de la marihuana medicinal ayuda a transformar y ampliar el diálogo alrededor de la política de drogas. Muchos colombianos entienden que la guerra contra las drogas ha fracasado, que no puede tener éxito, porque va contra principios básicos de la economía y de la sociedad humana. Si se abre una nueva perspectiva sobre el problema de las drogas, al final, se puede resolver el desastre que ha vivido Colombia durante décadas. 

¿Aprobar este tipo de ley sería un primer paso para legalizar o regular también la marihuana recreativa?
Es posible, pero no hay garantías. En Uruguay empezaron con la legalización de la marihuana para adultos y luego con la medicinal. Lo mismo en Holanda. En Israel, hay un programa robusto de cannabis medicinal, pero no mucha discusión sobre legalización. En algunos de los estados más conservadores de EE.UU., hay marihuana médica legal, pero no debate sobre una legalización más amplia. La aprobación de la marihuana medicinal ayuda a transformar la discusión.

¿Cómo?
La gente puede entender y ver que hay adultos responsables consumiendo esta planta como una medicina y siguen teniendo una conversación, siguen con sus vidas de manera normal. Se pueden reducir los miedos irracionales sobre la marihuana y transformar la imagen del consumidor en los medios y el imaginario popular. La imagen pasa de ser la de un delincuente joven a la de una madre, un tío o cualquiera que lucha contra la esclerosis múltiple, el cáncer u otras enfermedades. 

Después de medio siglo de campañas en contra de la marihuana, no va a ser fácil cambiar esa manera de pensar…
Puede ser un proceso largo, pero veamos el ejemplo de EE.UU. Durante los picos más intensos de la guerra contra las drogas, mientras se encarcelaban miles de personas y se extendía esa lucha por el mundo, la mayoría de los estadounidenses creía que la marihuana debe ser legal para propósitos médicos. Una trasformación más rápida ha tenido la opinión publica sobre la legalización amplia de la marihuana: de casi un 30% o 35% a favor hace 10 años, a más del 50% ahora. Si la opinión publica en EE.UU. puede cambiar rápidamente, también en Colombia. 

¿Cuál es el panorama del cannabis medicinal en su país?
Alrededor de 25 estados han legalizado el cannabis medicinal y otros cuatro aprobaron el recreativo. Hay millones de americanos que tienen una recomendación legal o un carné para acceder a la marihuana médica. Hay miles de dispensarios vendiendo marihuana, que son regulados legalmente por los gobiernos locales. La marihuana está produciendo ahora decenas o tal vez miles de millones de dólares en impuestos para los gobiernos locales. Y quizá los impuestos, no sólo sobre el cannabis médico, sino el recreativo, van a sobrepasar los billones de dólares en algunos años. 

¿Esto ha llevado a EE.UU. a reformular su política de drogas?
La administración de Obama ha jugado un rol constructivo, al menos en los últimos 16 meses. El Departamento de Justicia anunció en agosto de 2013 que darían a Colorado y Washington luz verde para proceder y demostrar que pueden regular la marihuana de manera responsable. Una vez Obama hizo eso, estuvo obligado a tener la misma cortesía con Uruguay y otros gobiernos extranjeros. El cambio en la política estadounidense a nivel doméstico ha creado un cambio en la política de drogas global de EE.UU., especialmente respecto al cannabis. Ya no es legítimo para los colombianos decir ‘no podemos cambiar la política de drogas porque EE.UU. lo va a objetar’. 

¿En cuántos años veremos un cambio en el sistema internacional?
La Asamblea de Naciones Unidas de 2016 va a ser importante, pero creo que no van a cambiar las convenciones, porque la burocracia de la ONU va a tener atado al sistema, y porque una mayoría de gobiernos en Asia, África y otros se oponen a esos cambios. Sin embargo, creo que veremos cada vez más gobiernos tomando una aproximación más flexible que funcione para su países. Eventualmente eso va a hacer que las prohibiciones en las convenciones globales sean menos relevantes. 

Uno de los errores del sistema internacional es tratar de imponer un “modelo único” para prohibir…
Así es. Necesitamos es evolucionar del fallido modelo global prohibicionista del siglo XX a uno nuevo: controlado, basado en la ciencia, la salud y los derechos humanos. Ese es el cambio multigeneracional que está sucediendo. Diría que estamos entrando en la segunda de tres generaciones de esfuerzo para lograr esa transición. 

Si el significado del éxito en este “viejo” régimen era encarcelar, matar y eliminar plantas de la faz de la tierra. ¿Cuál sería el nuevo significado del éxito?
Sería reducir el problema de las drogas a algo de lo que la gente apenas tenga que hablar. El mundo tiene problemas mucho mayores y más serios. Los problemas con drogas psicoactivas y criminalización son parcialmente una parte de la naturaleza humana, pero la mayor parte tiene que ver con políticas estúpidas de los gobiernos. No podemos culpar a los gobiernos porque muchas veces representan los miedos y la ignorancia del pueblo que los eligió, pero este problema es en gran parte hecho por el hombre. 

A la derecha colombiana le preocupa que con la aprobación de la marihuana medicinal haya un incremento del consumo, que se convierta en algo anárquico.
La derecha en Colombia debería aprender de la derecha en EE.UU. Muchas de las reformas de política de drogas en mí país tienen un apoyo bipartidista. Hay una organización llamada Right on Crime, que incluye a algunos de los líderes conservadores de la política y la sociedad norteamericana que impulsan la reducción de los encarcelamientos, muchos apoyan un cambio en la política de marihuana. Una mayoría de los republicanos apoyan la legalización del cannabis médico y una creciente minoría republicana apoya la legalización de la marihuana en general. En EE.UU., es siempre decepcionante y sorpresivo ver cuán ignorante y desinformada puede ser la oposición a la marihuana medicinal. Me da miedo venir a Colombia y ver que la oposición puede ser incluso más ignorante y desinformada que en mi país. En EE.UU. típicamente pensamos que somos más complicados que cualquier otro país: encerramos más gente, gastamos más dinero para encerrar personas, tenemos más literatura antidrogas. Pero estamos entrado en razón. En estos días, en Colombia, escuché que los políticos tienen miedo de votar por la marihuana medicinal. No puedo pensar en un oficial electo en EE.UU. que haya perdido su cargo por votar a favor de una iniciativa así. Es una forma de paranoia. 

Los efectos de la regulación

Ethan Nadelmann afirma que, aunque es algo temprano para hablar sobre los efectos de la regulación del cannabis en algunos estados de EE.UU., porque Colorado legalizó hace menos de dos años y Washington apenas está levantando el modelo, “lo que sabemos hasta ahora es que las ganancias de los impuestos son mayores de lo esperado. No ha habido un incremento repentino en el consumo por parte de adolescentes. No ha habido un incremento en accidentes mortales de adultos. Nada malo ha pasado realmente. Hay algunos estudios importantes sobre la legalización de la marihuana medicinal, tenemos uno que demuestra que las muertes de adultos han caído en estados que la legalizaron. Otro muestra que reportes de abuso doméstico han caído. Otro, que los estados con los programas más robustos de marihuana medicinal han visto un 30% de reducción de muertes relativas a los opiáceos. En cada caso no se puede probar que la legalización de la marihuana medicinal produce directamente esos efectos positivos, pero la evidencia circunstancial indica fuertemente que la legalización tuvo alguna responsabilidad en esos resultados positivos”.

Un mundo de experiencias con el cannabis

Para Ethan Nadelmann, no hay un modelo ideal para inspirar un cambio en política de drogas. Más bien, cada país desarrolla alternativas de acuerdo con sus propias particularidades. Hay diferentes ejemplos icónicos para diferentes casos: “Para la marihuana medicinal miraría algunos estados de Estados Unidos, quizás Nuevo México o Colorado hace algunos años. Miraría a Israel y Canadá, que tienen sistemas de marihuana medicinal muy bien regulados. Para hablar sobre descriminalización, sobre tratar a los usuarios de drogas como un enfoque de salud y no poner a nadie en la cárcel por cualquier posesión de drogas, Portugal es el modelo. Cuado se trata de comprometerse en tratar la adicción como un asunto de salud, Holanda y Suiza son el modelo. Cuando se trata de permitir a adictos a la heroína conseguir heroína legal en una clínica, en vez de la calle, Suiza fue el pionero y otros gobiernos en Europa siguieron su ejemplo. Al tratarse de la regulación legal del cannabis, creo que Colorado es el modelo actual y probablemente en algunos años Oregon será el modelo. No hay un modelo único e ideal, más bien experiencias que hacen a las convenciones prohibicionistas menos relevantes”.

 

@DanielSalgar1

@CamiloSeguraA

Por Daniel Salgar Antolínez, Camilo Segura Álvarez

 

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