Embajador Pablo Solón sobre el proceso de denuncia y re-adhesión a la Convención Única
Nueva York, viernes, 24 de junio, 2011
Hemos convocado a esta conferencia de prensa para poder informar y explicar del proceso de denuncia y re-adhesión a la Convención Única de Estupefacientes de 1961 que está desarrollando el Estado Plurinacional de Bolivia.
La primera cuestión que queremos aclarar es ¿Por qué Bolivia está denunciado para volverse a adherir a la Convención de 1961? Porque necesitamos presentar una reserva sobre el masticado de la hoja de coca y los usos tradicionales de la hoja de coca que actualmente, en el marco de la Convención de Estupefacientes de 1961, están prohibidos y penalizados.
Lo que debió haber ocurrido es que cuando Bolivia se adhirió a la Convención en el año 1975 el presidente de ese entonces debió haber planteado esta reserva porque evidentemente la población de Bolivia de forma mayoritaria mastica la hoja de coca y ello no es considerado ninguna actividad narco-dependiente en nuestro territorio, sin embargo, no fue así y producto de esta situación hemos venido recibiendo comunicaciones de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) indicando que Bolivia, Perú y otros Estados andinos deben cumplir con lo que establece la Convención, y la Convención de 1961 establece que el masticado de la hoja de coca debe desaparecer después de 25 años que ya han transcurrido.
En ese momento, el Estado Plurinacional de Bolivia recurrió a presentar un solicitud de enmienda la convención, esto fue planteado en el mes de marzo del año 2009 por el Presidente Evo Morales Ayma, y el proceso de enmienda a la Convención se inició hace ya aproximadamente 2 años atrás, lamentablemente después de un proceso de consultas para que los Estados parte de la Convención de Estupefacientes de 1961 pueda pronunciarse sobre la enmienda que presentó el Estado Plurinacional de Bolivia en relación al masticado de la hoja de coca recibimos una comunicación de 17 Estados que objetaron la propuesta de enmienda presentad por Bolivia, en consecuencia no podía darse curso a la enmienda planteada por el Estado Plurinacional de Bolivia.
La principal razón por la cual estos Estados objetaron fue porque consideraban que la propuesta de enmienda presentada podría afectar la “integridad” de la Convención, es decir, que una vez abierta la posibilidad para una enmienda de la Convención siguieran otras enmiendas que acabaran afectándola, muchos de ellos expresaron de que no tenían ningún inconveniente con el tema del masticado de la hoja de coca, que reconocían que era una práctica tradicional y milenaria de los pueblos indígenas pero que no obstante no podían aceptar que hubiera esta enmienda porque se ponía en riesgo la integridad de la Convención de 1961.
Frente a esta actitud de estos Estados hubieron diferentes pronunciamientos, entre ellos quiero destacar el pronunciamiento de una comisión que está formada por personalidades de varios países, la Comisión Global de Políticas de Drogas de la cual forman parte el ex Presidente César Gaviria, el ex Presidente Fernando Enrique Cardozo, el ex Secretario de Estado George Shultz, el ex Secretario de la Unión Europea Javier Solana, Koffie Anan ex Secretario General de las Naciones Unidas, Mario Vargas Llosa, y qué es lo que dice este informe de la Comisión Global de Políticas de Drogas, dice: “Un ejemplo actual de este proceso (que se puede describir como ‘ imperialismo del control de drogas’), (estoy leyendo textualmente) se puede observar con la propuesta del gobierno boliviano para retirar la práctica de la masticación de la hoja de coca de las secciones de la Convención de 1961 que prohíben todos los usos no médicos.
A pesar del hecho que sucesivos estudios han demostrado que la práctica indígena del masticado de hoja de coca no se asocia con ninguno de los daños de los mercados internacionales de cocaína, y que una clara mayoría de la población boliviana (y de países vecinos) apoya este cambio, muchos de los países ricos ‘consumidores de cocaína’ (liderados por los Estados Unidos) han objetado formalmente la enmienda. La idea de que el sistema internacional de fiscalización de drogas es inmutable, y que cualquier enmienda – aún razonable o leve – es una amenaza a la integridad de todo el sistema, es corta de miras. Al igual que con todos los acuerdos multilaterales, las convenciones de drogas requieren ser sometidas a una constante revisión y modernización a la luz de circunstancias cambiantes y variables. Específicamente, se les debe permitir a los gobiernos nacionales ejercer la libertad de experimentar con respuestas más adecuadas a sus circunstancias. Este análisis e intercambio de experiencias es un elemento crucial del proceso de aprendizaje sobre la eficacia relativa de diferentes enfoques, pero la creencia de que todos necesitamos tener exactamente las mismas leyes, restricciones y programas ha sido una restricción inútil”
Entonces lo que queremos dejar claro es que la propuesta de enmienda presentada por Bolivia para eliminar la prohibición y penalización del masticado de la hoja de coca cuenta con un amplísimo respaldo de personalidades a nivel internacional, no obstante, nosotros tuvimos que enfrentar el hecho de estas objeciones de 17 Estados a nuestra enmienda, en ese momento se inició en el proceso de consultas del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas a cargo del Emb. Jan Grauls un proceso de consulta con estos Estados sobre una idea, una iniciativa boliviana que era
¿Cómo salimos de este impase? Ustedes no quieren que nosotros enmendemos la Convención pero al mismo tiempo reconocen que el masticado de la hoja de coca no es dañino para la salud y es una práctica indígena y milenaria que no puede ser prohibida. La propuesta de Bolivia, consultada a lo lardo de todos estos meses, fue entonces procedamos a poner una reserva a la Convención pero cómo podemos ponerle una reserva si ya estamos 20 años después de haber entrado a la Convención, más de 20 años, hay una forma de hacerla, denunciar a la Convención volverse a re adherir a la Convención con una reserva, y pusimos a consideración de los diferentes Estados de las Naciones Unidas esta propuesta, personalmente mi Representante Permanente Alterno y el Embajador de Bélgica – Vicepresidente del Buró del ECOSOC se encargaron de ver realmente que decían los Estados sobre esta iniciativa que estaba pensando desarrollar el Estado Plurinacional de Bolivia y después de varios meses de consultas, el reporte que recibimos del Embajador Grauls nos señala que la mayoría de los Estados consultados consideran que es una propuesta muy innovadora y creativa y que puede resolver el problema porque su principal preocupación sería atendida, ¿cuál es la principal preocupación de los Estados que objetaron? Que se preserve la integridad de la Convención o sea con lo que está haciendo Bolivia no se modifica la Convención, con lo que está haciendo Bolivia se coloca una reserva que se aplica solamente para Bolivia.
Entonces es necesario que entendamos bien el proceso porque ha habido algunas noticias de que Bolivia estaría abandonando la Convención y esto es lo que nosotros podríamos decir de una forma quizás más entendible un divorcio para volverse a casar solo que sin hacerse cargo de la suegra.
Nosotros estamos denunciando la Convención para volvernos a adherir el mismo día en que entre en vigencia la denuncia pero con una reserva sobre el masticado de la hoja de coca y claramente en la ley que está siendo considerada ahora en la Asamblea Plurinacional de Bolivia se establece en el inciso 3 que durante todo el proceso que dure la denuncia y readhesión con ala reserva a la Convención Bolivia de manera unilateral se compromete a seguir cumpliendo con todo lo establecido en la Convención de Estupefacientes de 1961 en el marco de su Constitución Política del Estado.
Para que quede absolutamente claro a la comunidad internacional que de ninguna manera se trata de una medida para eludir cualquier clase de compromiso establecido en el marco de la Convención de 1961 a no ser el tema concerniente al masticado de la hoja de coca y el consumo tradicional de la hoja de coca porque se encuentra protegido en el marco del artículo 384 de nuestra Constitución Política del Estado. Entonces este es el sentido de la medida calificada por otros Estados de las Naciones Unidas como creativa e innovadora pera lograr resolver su preocupación de no alterar la Convención pero al mismo tiempo de encontrar una puerta para que el Estado Plurinacional de Bolivia pueda preservar la práctica milenaria del masticado de la hoja de coca que está protegida por su Constitución.
Embajador Pablo Solón – Representante Permanente del Estado Plurinacional de Bolivia ante las Naciones Unidas
Transcripcion no oficial