Imposición de penas por delitos de drogas en Inglaterra y Gales
Reforma jurídica sin reforma legislativa
Junio de 2010
Este informe examina la reciente revisión a la que se ha sometido el mecanismo de imposición de penas por delitos de drogas en Inglaterra y Gales.
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Por primera vez, se han planteado cuestiones de principio fundamentales para una discusión pública constructiva y se ha emitido una recomendación que, en caso adoptarse, cambiará totalmente la imposición de penas en los tribunales para muchos delitos de drogas, especialmente en el caso de los correos humanos de drogas o ‘mulas’.
Se ha intentado hallar un sutil equilibrio entre la coherencia, la transparencia y la separación de poderes necesarias en un Estado de derecho, cuya previsibilidad permite mejorar la asignación de recursos, y el compromiso general con la justicia en cada caso individual.
Inglaterra y Gales tienen un sistema de derecho consuetudinario, no un código penal y, por lo tanto, nuestros delitos pueden abarcar una gran amplitud de gravedad. Además, no sería posible, dentro de una directriz, prever y prescribir todas las combinaciones de factores que podrían surgir con respecto a un delito y su autor. En consecuencia, el Reino Unido ha optado por un sistema de directrices presuntivo más que obligatorio, pero incluso así, la judicatura se ha mostrado cautelosa.
Se haya dado o no con el equilibrio correcto –y a pesar de la decepción de las partes consultadas sobre la incapacidad del mecanismo para ir más allá del equivocado sistema legal de clasificación de las drogas–, es evidente que se ha avanzado hacia unas directrices de base empírica. Este avance se ha alcanzado mediante el proceso de consulta porque toma en cuenta los últimos estudios académicos y estadísticos, así como las opiniones de terceras partes interesadas, a diferencia del proceso que se solía seguir antes, caracterizado por un tribunal cerrado que sólo escuchaba las aportaciones de las partes implicadas en el mismo caso de referencia.
En términos de políticas de drogas, es precisamente aquí donde radica el valor del mecanismo. Mediante el proceso de consulta y recomendación, hemos aprendido que la base de la imposición de penas en Inglaterra y Gales –la disuasión– carece, de hecho, de base empírica y es poco eficaz. El mecanismo también ha impulsado el debate sobre los correos humanos de drogas, con la conclusión definitiva de que los niveles actuales de imposición de penas son desproporcionados en comparación con la culpabilidad y con el daño asociado al delito. De hecho, muchos grupos llevaban años haciendo campaña sobre estas cuestiones67 pero, antes de la consulta del SAP, no había verdaderas perspectivas de reforma.
Sólo por estos motivos, debemos esperar que la recomendación se convierta en ley.
Conclusiones y recomendaciones
- Mediante el Grupo Consultivo sobre Imposición de Penas hemos aprendido que la disuasión como base para la imposición de penas en casos de drogas carece, de hecho, de base empírica y es ineficaz.
- En el Reino Unido, los niveles actuales de imposición de penas en casos de correos humanos de drogas son desproporcionados en comparación con su culpabilidad y con el daño asociado al delito.
- La recomendación del SAP ha intentado hallar un sutil equilibrio entre la coherencia, la transparencia y la separación de poderes necesarias en un Estado de derecho, cuya previsibilidad permite mejorar la asignación de recursos, y el compromiso general con la justicia en cada caso individual.