Legalización de la marihuana: una puerta al debate
Tras la derrogación del proyecto de legalización de la marihuana en Uruguay, se desata gran polémica
Lunes, 16 de julio, 2012
El camino espinoso por el que ha transitado la propuesta normativa del Presidente, José Mujica, que busca legalizar el consumo y expendio de marihuana en el país, atraviesa su peor momento; pues de acuerdo a los resultados de los más recientes sondeos de opinión, aplicados por las firmas Cifra e Interconsult, revelan que más del 60% de los uruguayos encuestados están en contra de dicho proyecto. Frente a la masiva negación por parte de los uruguayos, el Jefe de Estado se ha visto obligado a desistir y abandonar su propósito.
El proyecto de ley se presentó desde el principio con numerosas inconsistencias, dentro de ellas, se halla la falta de precisión en las políticas de regulación en la producción, comercialización y consumo de la sustancia; de igual modo, la dificultad de organizar un sistema operativo y la ruptura conceptual que fundamenta la legalización de la marihuana. El argumentopresuntamente justificativo fue que permitiría combatir el pavorosoflagelo de la pasta base, reemplazando su consumo con el de otroestupefaciente menos nocivo.
Historias como la de Alicia Castilla, una mujer de 67 años de origen argentino, quien se mudó a Uruguay "en busca de una vida más tranquila", pero se vio reclutada en la cárcel durante 3 meses después de que las autoridades identificaran un cultivo de marihuana en su residencia, para ella demuestran que "el micro-tráfico de drogas viene a ocupar espacios vacíos en un tejido social que se ha rasgado".
La controversia
Alrededor de la legalización de la marihuana se pronuncian varios expertos que discuten la pertinencia de esta propuesta. El Legislador, Javier García manifiesta a través de un video en Youtube, que su desacuerdo se debe a que él se encuentra "a favor de la promoción de la salud y de la educación en la misma", de igual modo, señala que como profesional médico "no concibe ningún proyecto que facilite el consumo de sustancias adictivas que interfieran en el bienestar del ser humano". Además, García destaca la contradicción del gobierno, al considerar que "la marihuana sirve para abandonar la adicción a la 'pasta base', pues no hay ninguna prueba científica que demuestre esto".
Sin embargo, Martín Jelsma, coordinador del programa Drogas y Democracia en el Instituto Transnacional (TNI) y John Walsh, director de Políticas sobre Drogas en la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) acuñan la frase de Mujica: "alguien tiene que ser el primero" para ellos, "Uruguay puede convertirse en el primer país en optar por un mercado de marihuana controlado y legalmente regulado por el Estado tanto para fines médicos, como recreativos".
Limitantes e incongruencias
La decisión de Uruguay de apoyar un mercado doméstico de la marihuana entra en tensión con el sistema de control de drogas de la ONU, pues para este ente internacional, el 'cannabis' se enmarca como un producto prohibicionista que requiere el diseño de un marco regulatorio que ponga a consideración opciones como el "auto-cultivo", asociaciones de consumidores, concesión de licencias, espacio de consultas, entre otros aspectos. Adicionalmente, "este país enfrentará el desafío de conciliar sus nuevas leyes alrededor de la marihuana, con sus obligaciones consignadas en los tratados de drogas de la Organización de las Naciones Unidas" advierten Jelsma y Walsh.
La llamada 'guerra antidrogas' en Uruguay, ha traido consigo el encarcelamiento injusto e indigno de quienes adquieren la marihuana con objeto medicinal y desperdicio de recursos públicos causados por esta persecusión, lo que además resulta ilegal, porque el consumo de drogas en este país no es carcelable. No obstante, según datos de la Junta Nacional de Drogas, el 79% de los operativos policiales relacionados a esta planta se basa en la detención por cantidades inferiores a los 100 gramos.