El 29 de septiembre de 2010, la Associated Press (AP) publicó un artículo titulado Casi 3.000 detenidos por narcotráfico en 8 meses en Ecuador. El artículo menciona el número de detenidos por posesión y por tráfico internacional e insinúa que un número tan grande de personas detenidas por cargos de drogas es señal de que el Ecuador está jugando un papel clave en la disminución de la cantidad de drogas ilícitas que se mueven en la región andina. Sin embargo, las preguntas clave que surgen luego de la lectura de este artículo son: ¿quiénes son estas 3.000 personas, y ha conducido su detención a una disminución real en el movimiento de drogas en el Ecuador?

En primer lugar, hay que señalar que el Ecuador se ha convertido en un importante país de tránsito de drogas ilícitas, pero nunca ha sido conocido como un importante productor y traficante de drogas ilícitas ni tiene un mercado dinámico interno de drogas. Sin embargo, durante casi dos décadas, el Ecuador ha tenido una de las leyes de drogas más crueles en América Latina. La ley es extremadamente punitiva y da lugar a condenas desproporcionadas para el delito, contradice las garantías del debido proceso y viola los derechos constitucionales del acusado. La ley se aplica para reprimir. El éxito de esa aplicación, como está claramente ejemplificado en el artículo de AP, se suele medir por el número de personas arrestadas por cargos de drogas - no por la disminución de la cantidad de drogas que transitan por el Ecuador. Bajo la ley de drogas de Ecuador, en varios períodos durante su ejecución, casi el cincuenta por ciento de todos los presos en Ecuador fueron encarcelados bajo cargos de narcotráfico. Sin embargo, durante esos mismos periodos, el mayor porcentaje de quejas legales hechas por ecuatorianos tuvo su origen en robos o agresiones personales. Debido a la situación política y a las presiones internacionales, a menudo la policía ecuatoriana y el sistema judicial hacen hincapié en la aplicación de la ley de drogas por encima de las leyes que rigen las preocupaciones relacionadas con la seguridad de los ciudadanos.

¿Quiénes conforman este gran porcentaje de personas encarceladas en virtud de la cruel legislación antidroga de Ecuador? Según estadísticas de las prisiones, la mayoría de los encarcelados bajo cargos de drogas son consumidores problemáticos de drogas, personas pobres, y miembros de grupos minoritarios. Las mujeres también están representadas de manera desproporcionada. Entre 2002 y 2008, hasta el ochenta por ciento de las mujeres encarceladas en Ecuador estaban allí por delitos de drogas. Una fuerza policial débil en su infraestructura y con escasos recursos tiende a actuar sobre aquellos que son blanco fácil para el arresto. Y aunque la prensa en el Ecuador ha escrito enormemente sobre un gran narcotraficante detenido recientemente en el país, todavía es raro que los grandes responsables de la industria del narcotráfico se encuentren detenidos en las prisiones ecuatorianas.

Muchos de las personas marginadas de la sociedad detenidas en virtud de la legislación antidroga de Ecuador se metieron en lo que se denomina microtráfico en busca de dinero rápido y fácil. En 2004, el 50,5 por ciento de todos los detenidos no tenía una ocupación determinada en el momento de su detención. El 49 por ciento dijo que tenía una ocupación determinada pero estaba desempleado. Ese mismo año, menos del 45 por ciento de los presos había terminado la educación primaria y un poco menos del 44 por ciento había completado la escuela secundaria. Cuatro años más tarde, en 2008, el perfil común de un detenido en una prisión ecuatoriana seguía siendo básicamente el mismo. Este no es el perfil de alguien que dirige una empresa narcotraficante internacional coordinada y rentable.

La policía puede detener a tres microtraficantes en un día y al día siguiente, los grandes narcotraficantes contratarán a cinco más para asegurar que las drogas lleguen a los destinos previstos. La policía ecuatoriana puede incluso detener a tres mil personas por cargos de drogas en ocho meses. Pero la detención por cargos de drogas en el Ecuador no nos dice nada acerca del control de drogas ilícitas que transitan por la región andina y más allá.